2.12.2011

Niña incansable de la poesía. Entrevista con Dolores Castro. Revista digital Justa.


Nacida en la ciudad de Aguascalientes el 12 de abril de 1923, la poeta, narradora y ensayista Dolores Castro pertenece a la llamada Generación del 50, donde desfilan nombres como Jaime Sabines, Rosario Castellanos, Sergio Magaña, Emilio Carballido y Enriqueta Ochoa. En 1952 publicó Dos nocturnos; luego vendrían La tierra está sonando (1959), Cantares de vela (1960), Soles (1977), Qué es lo vivido (1980), y otros poemas publicados en revistas, antologías y volúmenes colectivos. Su única novela, La ciudad y viento, vio la luz en 1962. La antología No es el amor el vuelo (1992) está publicada en la tercera serie de la colección Lecturas Mexicanas.

En esta entrevista, explica el origen y el desarrollo de su obra poética, construida a lo largo de más de cuatro décadas. Con la sonrisa franca y amable que le caracteriza, Lolita –así la llaman sus alumnos, con este diminutivo que se acomoda con afecto a los actuales 87 años de la maestra– se dispone a charlar sobre su labor incansable dentro de la lírica mexicana del siglo XX.

¿Cuándo descubre su interés por la escritura?

No es muy pronto. Pero sí creo haber tenido desde niña una necesidad de contemplar las cosas, que es como el principio de una vocación artística. Me gustaba dibujar, me gustaba mucho leer, y también escribir. Como al tercer año de primaria, sin darme cuenta, una tarea: era una composición sobre la primavera y me saqué primer lugar y una medalla y quedé muy sorprendida de semejante cosa y ni sabía que tenía capacidad para escribir. Poco a poco se fue desarrollando. Primero no me atrevía a expresarme con toda la sensibilidad, sino que hacía poemas irónicos y de crítica. Mucho tiempo después empecé a escribir poesía, cuando ingresé a la Facultad de Filosofía y Letras, en Mascarones… Ahí tuve muy buenos compañeros, entre ellos, Ernesto Cardenal, pues era mi compañero de la otra banca. Venía con una educación en la poesía muy especial, porque los que fueron maestros de él y de Ernesto Mejía Sánchez, que era mi otro compañero, fueron de la vanguardia de donde también había surgido Rubén Darío.

Tuvo una relación muy cercana con Rosario Castellanos…

Rosario Castellanos fue mi compañera desde tercero de Secundaria y estuvimos también en la misma Facultad, aunque ella estudió filosofía, y yo literatura. La Facultad de Filosofía y Letras era entonces una pequeña facultad en que estábamos relacionados la mayor parte de los que convivíamos, así fueran de filosofía, de historia y de literatura.

¿Qué buscaban ustedes en la poesía?

Lo que buscábamos era salir de lo que fue el Modernismo, que estaba muy próximo pero que ya no podía ser después de las vanguardias. Pero creo que ninguno de nosotros estuvo de acuerdo con el Estridentismo, pues los estridentistas eran los enemigos de la revista Contemporáneos…

Para leer la entrevista completa, aquí

8.03.2010

circe

I

mordiendo los silencios
de tu cuerpo
están mis manos

ciegas en el roce eterno
de tu espalda
se derivan ecos matinales
de paloma

suaves hojas se desprenden de tu pelo
y van cayendo tibias
sobre el arroyo de tu pecho
canta el otoño en nuestra cama.

II

¿por qué mirar en una hoja la eternidad del mundo?
transida de angustia por un guiño del invierno
¿a qué distancia está el ahora?
cuánta pasión se hiela en el presente.

III

mordiendo la luz están los cuerpos
traslúcidos de impúdico brillar
como una larga danza de veranos
revelan su fulgor tras una sombra de vitrales

IV

¡cuánta dulzura hay en tu vientre!
eterno de melancolía, de antiguos árboles de seda
que llenan de fragancia mis anhelos
trashumantes de fatiga en pleno vuelo

Circe en las rocas errantes
haces primaveras de flor sobre mi pecho
hilas tus redes de cielo en mi agonía
dejas tu sed sobre mi boca.

Amor

¡Cólmame de tus silencios!
como una raya de vida
de palomas
que se inflame el calendario
adusto
en esta noche suspendida

7.25.2010

deleite




floración de mar
de muslos
curvaturas relucientes
separadas

por mis manos

floración de sol
de luz mojada
anegación ruidosa de gargantas
timón de lenguas
de mieles

por tu espacio

me vierto
de raíz a punta
duro
como tren
en marcha

--en el túnel
de los sueños--

entro
de tallo
de tajo celeste
en algo líquido de ella
angelical

ya
colmados en el ruido

un sorbo de gemidos
son nubes lluviosas
trepidan por la espalda
resbalan por las aberturas
y las bocas

nos suspende un grito ahogado

hacia la absurda
marcha de las horas
se termina poco

exhalamos

tú mirándo las órbitas del universo
yo mirando el cielo todavía

7.18.2010

por cierto
el amor está en los
tendederos
en los calzones
en el trajín cotidiano
en las coladeras abiertas
en las suelas de zapato
en la inconmensurable
barbare del amor

está, por cierto
en la mañana
en mi cuarto
en mi mesita
en el reloj despertador
que desquicia mi día
y recalca tu huida

está
profético
en la comida
del perro
en mi comida
en la sien
del paranoico
en la siniestra y larga
risa del engaño

se filtra
en la madrugada
en los comerciales baratos
en la casaca del vago
en las formas del cielo
cayendo a pedazos

y va a parar
en la piel de la fruta
en su estructura
en su humedad dulzona
en su centro
en su abertura

en la soltura de beso de ese par de tontos en la banca del parque
en los números de mi calculadora
en la voz de los políticos infames
en mis setenta horas de oficina,
en sus sillas
en el refejo de mi computadora
en la voz de mis amos

en sus puntos suspensivos

¡que reviente el opaco cielo
en milones de sollozos dolientes!
que revienten
mis manos sobre mis manos
que reviente mi historia a tu lado
y nos trague la adorable soledad

por cierto
mi amor está
aquí, punzante y amargo
a la vista de todos
exhibido

está
realmente
tratando de decirme algo:

el verdadero amor
se encuentra dentro
y merece ser utilizado

7.10.2010

soy

Soy el que no es nadie
y vino a este mundo a decir mentiras

Soy como el que se habla a diario
y estrecha sus propias manos para no caerse

Soy el que se escucha en las mañanas con la boca llena
el que sujeta su vida con la boca
y bosteza de odio cada noche

Soy el que se traga las monedas
más duras en un día de trabajo
y llena de abono las ciudades
para que nazcan flores

Soy el que escribe con guantes de box
mientras cae hacia la lona...

Soy tu infinita búsqueda en libertad
la mancha atónita de tu edad
el asombro del próximo día
la comezón culpable
del mañana que detestas

Soy el pensamiento punzante
que persiste de luna a luna
la escopeta cargada
que desayunaste con agrado

Soy la similitud que tienes cuando sufres
el engaño de ser quien eres

Soy el que amanece Oro
y se duerme plástico

Soy la cañería más feliz
mientras fluya la sangre citadina
de los obreros muertos

Soy el que amo
y el que sabe amar lo que no es

Soy un gran eructo
un largo eructo ensordecedor
durante un día de campo

La piedra que ves
pero jamás entiendes
soy la piedra que juzgas
con envidia

Soy tu sien
mirando el ojo mortífero
de tu esperanza

Soy al que deseas ahorcar,
latiendo mojada
con tus piernas

La furiosa ola del mar
que arde en tus pupilas

Soy más que nunca
tu último suspiro
flor hermosa que se abre
y sana al mundo



escrito en una noche
de cielos que limpian con sus lágrimas
toda vileza humana.

polvo

caigamos juntos, amor hasta la cima
confiemos el lo inútil del tiempo y sus consejos
caigamos sujetos de las manos y del aliento
caigamos aprisa y sin reparo
sobre la savia de nuestros cuerpos
que envenena las manos y las lenguas

caigamos en las verdades rabiosas e insoportables
del espejo y de la sombra
caigamos en el lugar donde te invento y me creas
donde ambos nacemos y se acaba la historia
caigamos tiranizados del dulce encanto
de los ojos que se han visto corrompidos
y terriblemente azotados

caigamos si quieres despacio quemándonos por dentro
más de tres metros bajo tierra
quemándonos de vida
cual cenizas juntas
cual estela de cielos
cual milagro de polvo, cual polvo enamorado...



escrito en esta noche de grietas
por donde se filtra el amor y tiempo.

1.07.2009

a. pombo


con el escritor español álvaro pombo, primer ganador del premio herralde de novela, en el c.c. españa.

--su biografía