4.07.2008

El Gran Vidrio, de Mario Bellatin



Para el escritor Salvador Elizondo, pintura y literatura son dos disciplinas hermanas, ambas visuales. En conclusión: la literatura es arte, debe provocar –antes que cualquier otra cosa- impacto estético.


Con El Gran Vidrio, Mario Bellatin (México, 1960) logra ese impacto a través de Mi piel luminosa, La verdadera enfermedad de la Sheika y Un personaje en apariencia moderno, los apartados que integran esta novela, editada a principios de este año, por el sello Anagrama.



La reseña completa en revista digital española:
http://cuantoyporquetanto.com/htm/libros/libros_elgranvidrio.htm

4.04.2008

Hacia una "República de los medios" ( ? )


Jorge Volpi dio a conocer la nueva programación del Canal 22


“Vivimos tiempos cruciales en materia de legislación de medios, por lo que debemos sumarnos a la construcción de la república de los medios y establecer así lo que deben ser los medios electrónicos públicos”.

La propuesta fue presentada por el escritor Jorge Volpi, al dar a conocer la nueva programación del Canal 22, institución que dirige, y que a partir del domingo 6 de abril ofrecerá al público 18 distintas producciones, siete nuevas series y también 11 espacios televisivos renovados.

Acompañado por algunas de las personalidades que estarán en los nuevos espacios de programación, como Denise Dresser, Javier Solórzano, José Cárdenas, Sergio Uzeta y Gabriela Warkentin, entre otros, Jorge Volpi dio a conocer Hacia una República de Medios, campaña que, dijo, consiste en tratar desde una perspectiva distinta el papel de los “espectadores como ciudadanos activos”.

“Tienen derechos fundamentales que pueden ejercer como en cualquier república”, comentó el autor de En busca de Klingsor.

Explicó que Hacia una república de medios es una iniciativa que se funda en los principios de “la libertad de expresión, la objetividad e imparcialidad en el tratamiento de la información, la diversidad, pluralidad y el intercambio de ideas”.

Recalcó que en la nueva programación Zona D —barra de diversidad sexual por la que meses atrás una empresa (Alpura) dejó de anunciarse en la televisora cultural— también se renueva con nuevas series sin perder la temática original que la caracteriza.

Entre las nuevas series se encuentra, en Noticias 22, la sección “República de medios”, espacio dedicado a analizar el papel de los medios de comunicación en México y su relación con los televidentes, que será conducido por Ernesto Villanueva.

El programa Reporte Internacional, una coproducción de Canal 22 y Notimex, cada semana analizará en vivo los acontecimientos internacionales; será presentado por Sergio Uzeta.

El país de Uno, con Denise Dresser, será un programa de análisis de la realidad política y social de nuestro país.

En Página cero, Javier Aranda presentará entrevistas y pláticas con personalidades de la intelectualidad mexicana.

Solórzano en la red llevará trabajos periodísticos, educativos y culturales de diversos sistemas radiofónicos y televisivos nacionales. Sueños de tránsito es un programa dedicado al análisis de la migración de nuestro país, que será conducido por Javier Solórzano y José Cárdenas.

De Raíz luna, con Mardonio Carballo, es una serie que dará cabida a las dinámicas culturales, políticas, ideológicas y sociales de los pueblos indígenas del país.

En Reverso. Las distintas caras de la poesía, el Canal 22 coproduce con Televisa, un espacio dedicado al quehacer poético, que llevará Nicolás Alvarado.

Box pópuli pretende invitar a los jóvenes a debatir sobre diversos temas del acontecer cotidiano; lo conduce Laura García.

La producción extranjera también se renueva, es el caso de las series Cuéntame cómo pasó, Un Hombre llamado Benito, El Conde de Montecristo, Marco Polo, Hellsing, entre otros, así como documentales y Cinema 22.

Las producciones independientes podrán concursar en las convocatorias que Canal 22 lanzará dos veces por año. Los ganadores de la primera convocatoria podrán ser vistos en esta nueva temporada en los programas “La sangre solar”, de Carla Aidé López Salgado; “Calentamiento local”, con Fernando Frías de la Parra, y “Manantial”, con Gabriel Govela. (Con información de Marisol Orta)


Publicado en El Universal
Viernes 04 de abril de 2008


4.02.2008

Detrás del silencio


Detrás del silencio
Por Juan Carlos de León

A D. y F. creadores del monstruo y el ángel


La oficina del notario Arriaga se hallaba en la vieja zona industrial de la ciudad, alejada del centro; un sitio improbable para contar con un negocio de notaría, un despacho apartado entre la congregación de antiguos almacenes reconvertidos en prostíbulos y escondites de heroinómanos. En los amplios márgenes de sus calles se hacinaban esqueletos de camiones pintarrajeados con grafittis. El sol del mediodía hacía daño a los ojos. Filiberto ocultó los suyos tras unas gafas negras y comprobó una vez más que la dirección del lugar coincidía con el viejo edificio que había frente a él. Entró y tocó en una puerta de madera carcomida.

Entrevista con Gonzalo Lizardo



Corazón de mierda,
o los tópicos de un espíritu enfermo

Juan Carlos de León
18/11/2007

Desde su lugar de creación, Gonzalo Lizardo afirma ser un ‘perverso polimorfo al que todo le interesa, al que le gusta jugar con todo, en especial con el lenguaje’. Y en efecto, son las voces de sus personajes, perfectamente adecuadas, gracias a su habilidad y precisión como escritor, las que hacen de su última novela Corazón de mierda, (Era-Conaculta, 2007) una obra delirante, irreverente y trasgresora del canon literario.

Nació en Fresnillo, Zacatecas, en 1965. Se graduó como maestro en Filosofía e Historia por la Universidad Autónoma de Zacatecas. Ha publicado un volumen de ensayos, Polifoni(a)tonal (UAZ, 1998), un libro de cuentos, Azul venéreo (Joan Boldó, 1989), uno de novelas cortas, Malsania (Joan Boldó, 1994), y dos novelas: El libro de los cadáveres exquisitos (Ediciones sin nombre, 1997), y Jaque perpetuo (Era, 2005). Desde 2006 forma parte del Sistema Nacional de Creadores de Arte.


-Al inicio del libro advierte que no sobreviven testigos presenciales ni expedientes de los hechos, sin embargo su trabajo es casi periodístico, ¿cómo recrea la historia de la novela?


La advertencia inicial de la novela es una especie de manifiesto. La novela surgió cuando me invitaron a participar en un proyecto llamado El libro rojo, una antología de cuentos sobre diversos casos de nota roja ocurridos en México desde el porfiriato hasta el presente. Tras dudarlo unas semanas, me decidí por un profesor, originario de Zacatecas, que a finales de los años cincuenta había intentado asaltar, torpemente, una camioneta del Banco de México. Sin embargo, cuando comencé a consultar periódicos sobre el caso, me exasperó descubrir cuánto diferían entre sí, contradiciéndose en los detalles más obvios. Me pareció paradójico, incluso malévolo, que con tanta irresponsabilidad los periódicos proclamaran decir la verdad para mentir a sus anchas. Así tuve la idea de hacer una novela descaradamente mentirosa. Más aún, una novela sobre el carácter paradójico de la verdad. Ahí comenzó la verdadera escritura: cuando utilicé las fuentes, periodísticas o musicales, cinematográficas o literarias, para crear una mentira perfecta: una mentira que pareciera verdad, aunque proclamara no serlo. A esas alturas, por cierto, el cuento ya se había transformado en un proyecto de novela, y no me detuve sino hasta terminarla.



La entrevista aparece completa en Homines:

http://www.homines.com/palabras/entrevista_gonzalo_lizardo/index.htm

4.01.2008

Claves del Periodismo Gonzo



Su primer gran reportaje estuvo a punto de ser el último. El Día del Trabajo (el primer lunes de septiembre) de 1966, tras haber “estirado mi suerte un poco más de lo debido”, Hunter S. Thompson, entonces con apenas 27 años, debió dar por concluido su reportaje vivencial sobre los “Angeles del Infierno” (“Hell’s Angels”), una pandilla de motociclistas salvajes de California. Después de haber convivido con ellos por varios meses, “cuatro o cinco ... que pensaron que yo me estaba aprovechando de ellos” lo atacaron sin advertencia previa. “Un pequeño desacuerdo se convirtió de pronto en algo muy serio”.

Sólo la intervención de otro miembro del grupo impidió que el daño fuera mayor. Pero de todos modos Thompson quedó malherido, con el rostro desfigurado y algunas costillas rotas. Cuando se repuso, escribió un libro-reportaje espectacular titulado precisamente: “Hell’s Angels”.

Como señaló un comentarista, “Thompson entró a esta terra incognita para convertirse en su cartógrafo. Por casi un año acompañó a los Angeles del Infierno en sus aventuras. Bebió en sus bares, intercambió visitas en sus casas, tomó nota de sus brutalidades, observó sus caprichos sexuales y se adentró en su mística”. Llegó a afirmar que no estaba seguro de si estaba investigándolos o siendo absorbido por ellos.

Tiempo después, cuando tuvo que escribir un reportaje sobre el Derby de Kentucky para la revista Scanlon, su método de trabajo recibió su bautizo definitivo: “el periodismo gonzo”. Según el relato de Thompson, quien se suicidó el domingo 20 de febrero en su hogar en Colorado, entonces estaba reventado y no se sentía en condiciones de escribir, por lo que optó por numerar las páginas de su libreta de apuntes y despachar sus anotaciones “en bruto”. “Estaba seguro de que sería el último artículo que escribiría”, confesó más tarde en una entrevista a Playboy. Pero no fue así. Al contrario, inauguró oficialmente un periodismo en que importan más las sensaciones del redactor que los hechos objetivos. Es difícil hablar de “método”, ya que conforme el relato del novelista y guionista Lucian K. Truscott, uno de los más famosos textos de Thompson (“Miedo y asco en Las Vegas”) fue el resultado de un frenético proceso de escribir y escribir sin propósito claro “hasta encontrarle sentido”. Tampoco está claro el origen del apelativo “gonzo” (puede ser una corrupción de un término franco-canadiense: gonzeaux, o bien una derivación de palabras en italiano o castellano), pero lo importante es que quedó para siempre.

Pese a sus muchas semejanzas con el Nuevo Periodismo de los años 60, cuyo pionero fue Tom Wolfe, el periodismo “gonzo” va más allá, como apunta Helen Bendict de la Universidad de Columbia “al documentar las experiencias (del periodista) con la droga, el sexo, y el rock and roll como una forma de ilustrar las convulsiones sociales y psicológicas de nuestro tiempo”.

Al contrario del Nuevo Periodismo, que siempre ha buscado separar la ficción de la realidad, el periodismo “gonzo” no tiene tal cuidado, lo que limitó su difusión en la prensa tradicional. La intensidad del reporteo, su capacidad de ir más allá de las declaraciones oficiales o de la mera recolección de opiniones, le permitió cautivar a nuevos lectores y reencantar a los más viejos.

Hunter S. Thompson no era muy conocido en Chile ni como novelista ni como periodista, Pero su influencia está presente en muchos reporteros noveles. Les falta, sin embargo, descubrir lo esencial: que como todo trabajo periodístico, “gonzo” exige sacrificios y, a veces, riesgos mortales... o casi.

Entrevista con Eduardo Montagner



“Carlo sabe que las botas de hule de Paolo encierran un éxtasis exclusivo, hecho únicamente para él. Lo atrapan, lo enervan, lo transgreden como él a ellas. También sabe que su fetichismo es de por sí un riesgo, y que lo es más en el pueblo lleno de establos donde ambos viven”.

Toda esa gran verdad

Autodefinido como una persona “cuya subjetividad y esencia han encontrado el camino de la escritura como vía de expresión y objetivo primordial”, Eduardo Montagner, (Puebla, 1975) documenta en esta entrevista la creación de su primera novela Toda esa gran verdad, editada por Alfaguara, la cual podría ser llevada a la pantalla por el cineasta Jaime Humberto Hermosillo.

Es autor del volumen de relatos En la postura de mi muerte (1998), forma parte de la Antología de narradores en PueblaVeneti nel mondo (2005). Obtuvo el tercer lugar en la novena edición del Concorso Letterario Internazionale in Lingua Veneta “Mario Donadoni”, Sezione Estero (Bovolone, Verona, 2005). Es coordinador de la antología de relatos Parlar par véneto, víver a Mésico (2005) y autor de la novela Al prim (2006). (2003) y en el libro

PalMal.- ¿A qué panorama editorial se enfrenta el narrador joven en México?

Montagner.- Creo que a un panorama bastante complicado, un panorama que está influido desde el mero hecho de que la gente no lee mucho, hasta políticas comerciales, cuestiones que muchas veces nada tienen que ver con lo que a solas has estado escribiendo. También te enfrentas a situaciones tales como la permanencia de tu libro en los lugares de venta, y a veces hasta a hechos como que Saramago o Carlos Fuentes publiquen o hagan algo justo cuando sale tu ópera prima, cualquier cosa, con lo cual tu novela se verá desplazada. En Alfaguara me han dicho que no entienden: la gente se queja de que nunca publican a jóvenes y, cuando lo hacen, los medios no suelen interesarse.

La entrevista completa aparece en Homines...

Perros


Para José Rivera G.


El perro emite algunos leves sonidos al caer la noche, y el hombre hace como si no lo oyera; gira, se tapa y continúa durmiendo. Luego, el actuar del perro se materializa, gruñe y golpea con el hocico el cuerpo del hombre que ahí está acostado, inalterable; el perro se cansa y duerme.

Sobre la mesa, al lado, hay un vaso de cristal lleno de un líquido espeso, de polvo y de otras impurezas; el perro, que en varias ocasiones ha visto ese vaso, es víctima de una pesadilla: imagina que muere de sed.

Minutos antes de salir el sol, el hombre despierta, coloca al perro afuera de la cama y le acerca el vaso. El perro se acerca, huele, pero como supone que la bebida se encuentra envenenada, desiste de beber y se echa, duerme y sueña.

Al anochecer, el hombre llega al cuarto donde están la cama, la mesa, el vaso y el perro. Éste hace todo lo posible por subir a la mesa y alcanzar el vaso. El hombre se acuesta y el perro lo imita. El perro sueña que el hombre muere de sed. El hombre sueña lo mismo.

La siguiente noche, el perro no pasa al siguiente cuarto. El hombre se ve extremadamente pálido, y el perro, satisfecho, con el hocico mojado, se prepara a dormitar después de la comida. El hombre despierta y muerde al perro, que huye hasta el primer cuarto, donde bebe y muere.

El hombre se convierte en perro, se vuelve loco; sube a la mesa y se echa, mira el vaso y piensa en pasar al otro cuarto. Ahí, el hombre mira cómo entra el perro dormido, o el perro muerto exige al hombre a que, entre sueños, se acerque al vaso y beba. El hombre ladra, no quiere probar el veneno. Los dos, cada uno en cuartos distantes, se observan, analizan otras estrategias.

En una habitación, el perro mira al hombre; en otro cuarto, el hombre mira al perro. Los cuatro tienen sed, hambre y sueño, se echan uno sobre otro. La mesa se ladea, el vaso cae y se estrella contra el piso.



Cuento publicado en la revista digital española Homines
http://www.homines.com/palabras/perros/index.htm